En 2022, la Unión Europea (UE) produjo 2.641 TWh de electricidad, con casi el 40% proveniente de fuentes renovables. Este cambio hacia energías más limpias refleja un compromiso creciente con la sostenibilidad y la neutralidad climática para 2050.

La diversificación de la matriz energética en la UE es notable. Las energías renovables, que incluyen la eólica, hidroeléctrica, solar, biomasa y geotérmica, representaron el 39,4% de la producción total de electricidad. Los combustibles fósiles, aunque todavía significativos, disminuyeron su participación al 38,7%, mientras que la energía nuclear contribuyó con el 21,9%.

El gas natural sigue siendo el principal combustible fósil utilizado, representando el 19,6% de la generación eléctrica, seguido por el carbón con un 15,8%. Sin embargo, la tendencia hacia una mayor adopción de energías renovables es clara y se espera que continúe en los próximos años.

La variabilidad en la producción de electricidad entre los países miembros de la UE es considerable. Factores como las condiciones geográficas, los recursos naturales disponibles y las decisiones políticas influyen en la proporción de energías renovables, fósiles y nucleares en cada nación. Por ejemplo, Luxemburgo genera más del 90% de su electricidad a partir de fuentes renovables, mientras que Malta apenas alcanza el 13%.

El impacto de la invasión rusa a Ucrania en 2022 exacerbó la volatilidad de los precios del gas y, por ende, de la electricidad en Europa. Este evento subrayó la necesidad de una reforma del mercado eléctrico de la UE para proteger a los consumidores de futuros choques de precios y asegurar una transición energética más estable y predecible.

La UE está implementando medidas para facilitar la integración de las energías renovables en el sistema eléctrico, con el objetivo de mantener los precios bajo control y cumplir con los ambiciosos objetivos climáticos establecidos en el paquete Fit for 55. La energía solar y eólica, en particular, están proyectadas a más que duplicar su capacidad para 2030, consolidando así un futuro energético más verde y sostenible para Europa.