El rey Carlos III de Inglaterra se ha visto obligado a anular su visita de Estado a Francia debido al caos social que se está viviendo por las protestas contra la reforma de las pensiones. Iba a ser el primer viaje al extranjero del soberano británico desde que sucedió a su madre, Isabel II.
La cancelación de la visita, que se aplaza y será reprogramada lo antes posible -aunque se desconoce la fecha-, fue anunciada ese viernes por el Elíseo después de una conversación telefónica entre el presidente Emmanuel Macron y el propio Carlos III. El jefe de Estado francés se halla en Bruselas para asistir al Consejo Europeo.
Escoger París era un símbolo importante; ahora Carlos III irá primero a Berlín
El cambio de planes, forzado por la situación de desórdenes públicos crecientes, es un golpe a la imagen de Francia y del propio Macron. Demuestra la gravedad de la crisis. Carlos III había decidido que fuera Francia su primer destino, todo un símbolo, antes de volar a Berlín. Obviamente, la visita a Alemania sí se mantiene.
El monarca del Reino Unido debía llegar a París este domingo. Estaba prevista una ceremonia en el Arco de Triunfo, una visita al museo d’Orsay y una cena de gala, el lunes, en el palacio de Versalles. El momento era muy inoportuno y embarazoso. Suponía un riesgo de seguridad para los desplazamientos y una incomodidad política para Macron haciendo de anfitrión nada menos que el escenario de la monarquía absoluta francesa. Carlos III debía desplazarse a Burdeos, cuyo Ayuntamiento fue víctima ayer de un incendio provocado en su gran puerta de entrada del edificio histórico.